UNA FANTASÍA ROSADA EN EL CENTRO HISTÓRICO.

Una maravillosa inspirada en el uso de flores en colores lila, rosado y crema fueron el elemento principal de esa maravillosa boda en el Centro Histórico de la ciudad de México.

 

El recinto histórico elegido para ser el marco de esta celebración se vistió de alegres colores y fue cubierto por un sin fin de texturas, el uso de materiales como el cristal, telas vaporosas, flores y el color plata otorgaron a este evento del clásico toque de una boda diseñada por Víctor Ochoa.

«Todo quedó perfecto, gracias por el gran empeño y detalle en cada cosa, estamos muy felices, esta boda quedará para siempre en nuestra memoria y nuestros corazones.»

T&J, Novios.

Está cayendo la tarde en la Ciudad de México, los invitados llegaron al Palacio Metropolitano, ubicado en el Centro Histórico de la ciudad de México inmerso en el caos citadino, al llegar, entraron a un espacio iluminado solamente con la luz de las velas, y un aroma a gardenias da la bienvenida a un pasaje enmarcado por pesadas cortinas, y mesas de espejo con exquisitos arreglos florales.

Iluminación cálida, y un delicioso aroma a flores invadió el lugar y la luz tenue de las velas, dio ese toque de romanticismo.

Las escaleras giraban entorno a una instalación de flores y espejos, dando una sensación de un espacio infinito, enmarcadas por pétalos y velas remataron con dos descansos decorados con unas hermosas mesas cada una con lámparas antiguas con tres hermosos querubines y exquisitos árboles, dando pistas de lo que esperaría a los invitados en el salón principal.

Con esta combinación de colores, aromas y sensaciones, logramos dar un toque de tranquilidad a los invitados, quienes con calma pasaban por las escaleras mientras eran recibidos por nuestro equipo.

Los invitados subieron las escaleras para encontrarse abrazados por un bosque encantador que conducía dos puertas cerradas, la iluminación era bastante sobria, con destellos blancos florales de Orquídeas Dendrobium y Phalaenopsis, Rosas y abundantes ramilletes de Ericas que pendían de las ramas y que serán pieza central del evento, en la parte superior del boscoso recibidor, una hermosa lámpara del Palacio Metropolitano emergía de entre las ramas de los árboles que enmarcaban la entrada a dos salones que permanecerían cerrados.

Al cumplirse la hora indicada, por la parte posterior unas iluminadas puertas se abrieron de par en par, para dar entrada al increíble Salón Francés, un espacio lleno de opulencia que daría lugar a la ceremonia civil, con grandes ventanales que dan vista a la transitada calle Tacuba, sus grandes puertas que permanecerían cerradas hasta terminada la ceremonia.